domingo, 19 de mayo de 2013

El reflejo del alma


—    Hay una hermana —dijo con tono siniestro. Ryke no supo decir si lo había exagerado o si el tema de verdad era siniestro—. Otra belleza fría y oscura como una noche de invierno. Son gemelas, Ryke. Idénticas. Solo hay una manera de distinguirlas. —Se señaló los ojos—. La mirada de Helena es primaveral, casi diría que calurosa. Sus ojos te invitan a acercarte a ella, su olor… —sonrió—. Yo diría que sabes de lo que hablo. Su hermana es todo lo contrario: Su mirada es invernal, fría y calculadora. Unos ojos tan azules que temes adentrarte en ellos y perderte en un océano tan hostil como su propia alma.