Empezaremos por lo obvio. Dentro de lo que hoy se conoce como la octava generación de videoconsolas, esta es la tercera de la titánica compañía con su sede en Redmond, Microsoft. Llegaron entre el año 2001 y el 2002, dispuesto a hacerle la competencia a Sony, y así siguen hasta entonces. Esta nueva generación está provocando bastante polémica en torno a la nueva consola de Microsoft. Si hoy en día alguien quiere meterse en este mundillo, las masas le empujaran a PlayStation 4, ¿Por qué? Porque es la que más se está vendiendo, tuvo un buen arranque y ahora no hay manera de bajarla del pedestal de la victoria. En este artículo voy a abstenerme a hacer comentarios de la PlayStation 4, tanto malos como buenos, y me centrare en la videoconsola que tengo: la XboxOne.
Remontémonos a sus inicios. Microsoft cometió un error
fatal, un error que a día de hoy aun le sigue pasando factura. Microsoft no
supo vender su producto. Y no solo no supo venderlo, su producto no interesaba.
Llevo con Xbox desde su primera consola, y mi decepción en la presentación de
esta última generación fue gigantesco. ¿Conexión permanente a internet? ¿No se
podrán prestar juegos? Dicen que no les entendimos, que no supieron expresarse
bien, y que a pesar de los cambios, creen que aquella idea original era la
adecuada. Pero eso son solo palabras, la realidad es muy diferente, y es que
ahora la XboxOne no tiene nada que ver con la que se presentó hace un año.
Cometieron el error de presentar la XboxOne como un centro multimedia, que
lejos está de ser una videoconsola (a pesar de ser la clara vencedora a nivel
de videojuegos) Claramente, dejaron de lado los juegos para centrarse en otros
apartados técnicos, apartados muy mal acogidos como es el caso de su nuevo
Kinect 2.0. No hay que ser duros con esta cámara, posee una tecnología
futurista que aún no se puede exprimir como es debido, pero Microsoft no debió
incluirla en el pack afirmando que era IMPRESCINDIBLE en el ecosistema Xbox.
Aquella inclusión provocaba un necesario aumento del precio en 100 euros más
que su directa competencia, la PlayStation 4 de Sony. A día de hoy, la
PlayStation 4 luce la escandalosa cifra de 7 millones de unidades vendidas, a
diferencia de las 5 millones unidades de XboxOne. Los factores que han
provocado estos resultados han sido las políticas de la Xbox iniciales, que
dejaron a los Gamers con un mal sabor de boca a pesar de haberlas eliminado
antes de su lanzamiento. El Kinect y sus 100 euros demás también hicieron
mella, así como su prioridad en el apartado multimedia. Me veo obligado a
señalar que la consola de Sony ha salido en 40 países mientras que la de
Microsoft solo en 13. La gota que colmó el vaso, fueron las diferencias
técnicas entre ambas consolas, ya que, mientras la PlayStation suele alcanzar
los 1080p y los 60fps en casi todos sus juegos, la Xbox se quedaba corta, ¿Por
qué? Tiene fácil explicación.
Como bien he dicho antes, Microsoft cometió el “error” de
centrarse en el apartado multimedia, dejando de lado los juegos, provocando esa
falta de potencia de la que todos se quejan y critican. Se sabe que
recientemente, Microsoft ha liberado el 10% de la potencia de su GPU que antes
se encontraba reservada para el Kinect, dando así a los desarrolladores la
capacidad de poder usarla. Gracias a eso, títulos como Destiny, de Bungie, y
Battlefield: HardLine, igualan su apartado técnico al de la consola de Sony.
Señalar que Halo, una de las más importantes franquicias de Microsoft Studios,
correrá a 1080p y a 60fps estables en servidores dedicados. Muchos tachaban que
la potencia de XboxOne era inferior a la PlayStation 4 y que eso nunca
cambiaria, bien, pues erraron. Para rematar, el año que viene se implementará
la API conocida como DirectX12, que ayudara a los desarrolladores a tener más
facilidad de exprimir sus juegos en XboxOne, y de esta manera, mejorar sus
gráficos. Tal vez hablemos de mejoras poco significativas, pero no se
necesitará más para que XboxOne luzca como es debido.
Zanjado el tema del apartado técnico, junto a un increíble
E3 donde durante 90 minutos solo presentaron juegos, salió a la venta una
XboxOne sin Kinect al mismo precio que la PlayStation 4 (399,99€), igualándose
por fin y pudiendo empezar la verdadera guerra de consolas. La salida de Don
Mattrick (culpable de la mala imagen de Xbox One) y la entrada de Phil Spencer
(conocido como “Phil el Humilde”) supuso un lavado de cara de la marca Xbox,
convirtiéndose así en una consola de videojuegos digna de nueva generación.
La realidad es esta, y que nadie os engañe: Xbox One combina
el entretenimiento multimedia y los videojuegos a la perfección. Tiene el mejor
multijugador, y grandes exclusivos (Forza Motorsport 5 y Horizon; Dead Rising3,
Ryse: Son of Rome, Titanfall, Gears Of War, Halo, Scalebound, Sunset Overdrive,
entre otros juegos donde uno, conocido como Quantum Break, promete convertirse
en leyenda), además de algunas exclusividades temporales, como acceso a DLC de
Call Of Duty y/o Battlefield antes que su competencia, o juegos como Plantas VS
Zombies. Ahora los juegos Indie formaran un papel importante tras su
presentación en la E3. Si eres Gold, recibes al mes dos juegos totalmente
gratuitos, al igual que ofertas interesantes. Las aplicaciones ya son gratuitas
para todos, y están previstas una gran cifra de estas de aquí en adelante. ¿Os
parece la Xbox One muy grande? Gracias a ello no se recalienta. El mando es
cómodo con mejoras como los gatillos de impulso que hacen de la experiencia de
juego algo increíble. Acoplar aplicaciones en paralelo, grabar tus partidas y
subirlas a YouTube, etc... Xbox One es una gran consola con un futuro más que
prometedor. Phil Spencer, y por extensión, Microsoft, están comprometidos para
con sus fans, para traer la mejor experiencia de entretenimiento. Traen
actualizaciones magnificas cada mes, mejoran constantemente su ecosistema, y
por ello, los he elegido. Xbox One es, sin duda, el mejor lugar para jugar.