miércoles, 4 de julio de 2012

La densa oscuridad

   El chico se quedó en silencio analizando el rostro de la vampiresa en busca de alguna evidencia de que estuviera mintiendo. Lentamente empezó a alejarse, pero ella le agarró de los hombros y le acercó haciendo que el chico tuviera que apoyar las manos sobre la cama a ambos costados de ella.
-No pienso dejar que te pase nada –susurró Helena y Ryke pudo ver como sus ojos adaptaron un brillo descomunal, pero no era cosa de vampiros, sino lagrimas.
   El chico se dejo llevar por las manos de Helena que pasaron de sus hombros a acariciarle el pelo.
-¿Exactamente por quién haces todo esto?, ¿Por el bien de la humanidad?, ¿o por mí? -preguntó Ryke, desconcertado.
   Ella no respondió y se fue acercando lentamente hasta que sus labios entraron en contacto.