domingo, 8 de septiembre de 2013

Mi salvadora

He escrito mi vida amorosa infinidad de veces. Nunca ha sido bonita, no; tuvo sus momentos, pero al hacer balance te das cuenta de que es negativo. Puñaladas tras otras, he ido dando tumbos hasta caer en el regazo de ella. Estas tan convencido de que tu corazón esta muerto, que, al verla, sientes que quiere despertar de nuevo. Estas tan acostumbrado a no sentir, que aquello rompe todos tus esquemas y la confusión te domina. ¿Qué es esto?, ¿qué me pasa?, no es la primera vez que siento esto. Por supuesto, al principio es difícil discernir lo que esta pasando. Una parte de ti quiere dejarse llevar, pero la otra, automáticamente se pone a la defensiva. Imagino que es normal, dado el historial. Poco a poco te dejas llevar por lo que tu interior quiere. Eso es sencillo, haz lo que sientas sin pensártelo dos veces. Aquel impulso hace un mes lo cambió todo. Fue extraño y desconcertante al principio, pero era lo que mi corazón quería. Y así es como ella entro en mi vida: una luz al final de un sendero oscuro, un bálsamo sobre una piel irritada, una razón para sonreír. Por que es cierto, sueles sonreír al ver algo gracioso, al oír un chiste...¿pero sonreír al ver su mirada? Eso es magia. ¿Que verla, tocarla y besarla se convierta en una necesidad? Eso es adicción. ¿Qué pasarte el resto de tu vida con ella, y hacer todo lo imaginable a su lado se convierta en tu deseo? Eso es amor.

¿Qué conclusión se puede sacar de esto?

Que ella me ha salvado, me ha sacado de ese pozo metafórico de desamor en el que caí y pensaba no poder salir. Ella me ha sacado con tanta facilidad que...¿cómo ignorarlo? Pero hay una conclusión mas sencilla sobre todo esto: Te quiero, eso lo sé, es lo que siento ahora y sentiré siempre, por que siempre te querré de todas las formas posibles. Nunca se quiere de la misma manera, eso lo aprendí hace mucho, pero lo mas imporante es ese sentimiento que hizo brotar todo lo demás, esa chispa que repiquetea inagotable e imperecedera y alimenta la llama. Ya eres la mitad de mi vida; tarde o temprano mi vida será mas tuya que mía, pero no me da miedo, se que he elegido bien, algo en mi interior me lo dice.

Te quiero.