miércoles, 9 de enero de 2013

sábado, 5 de enero de 2013

Galadriel

«Muy altos eran, y la dama no menos alta que el señor, y hermosos y graves. Estaban vestidos de blanco y los cabellos de la dama eran de oro y los cabellos del señor Celeborn eran de plata, largos y brillantes; pero no había ningún signo de vejez en ellos, excepto quizás en lo profundo de los ojos, pues éstos eran penetrantes como lanzas a la luz de las estrellas y sin embargo profundos, como pozos de recuerdos».
«El espejo de Galadriel» en El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien.

martes, 1 de enero de 2013

La tumba eterna.


—   “Y el pajarillo voló, voló y voló directo hacia el cielo. Voló tan alto que la proximidad del sol le quemó las alas y no pudo continuar el vuelo. El pajarillo cayó, cayó y cayó hasta estrellarse en la jaula de la que escapaba. La jaula que contenía todas aquellas cosas que más molesta a un espíritu libre. La jaula maldecida con el nefasto olor de la desesperanza. Es la jaula donde las almas chocan contra las paredes, rebotan y rebotan hasta que se consumen bajo el oscuro velo de la angustia. No hay salida, tan solo un pequeño agujero de luz que recuerda al prisionero el color de la libertad. Le recuerda que jamás volverá a respirar el aire puro y que el pozo donde yace, se convertirá en su tumba. La tumba donde morará en su infinita eternidad”.

~Linna Bonnefoy. "Melodía de Acero"