“Tras la llanura la bandera se mecía por el viento,
ondeada por la brisa temprana con resentimiento.
El pueblo esperaba a su rey, llegar victorioso,
pero el ejercitó apareció con semblante luctuoso.
Fue abatido por su enemigo, cual desprevenida presa,
y su cuerpo latente se convirtió en promesa.
alzándose la bandera el pueblo se levantó,
apelando a los dioses hasta que el fuego despertó.
Bien su amada no se avivó,
prisionera del pesar se consumió.
Y tras la victoria de su reino ella se quito la vida,
bautizándose como la leyenda de la amargada viuda.
Aciagos tiempos vivieron a pesar de haber ganado la batalla,
pues el dolor provocado por el amor aun se hallaba.
El reino desapareció sumido en la tristeza,
como las hojas de otoño cayendo con aspereza"