Ni siquiera el tiempo, la única esperanza con la que contaba para olvidarte ha funcionado, ni la distancia, ni la incomunicación…NADA, nada ha conseguido borrar esa cicatriz que me hiciste durante seis años, temo incluso que sea para siempre.
Has estado dándome mazazos emocionales, uno tras otro, dejándome completamente derrumbado, y creía que ya no podrías destrozarme más, pero no es cierto, es solo cuestión de tiempo que termines conmigo, en el momento en el que me entere de que te estas enamorada de otra persona se terminó, me he hundido varias veces y he salido a flote, pero de eso no creo que me salve, tan solo imaginarme la posibilidad de que eso pudiera ocurrir me deja sin alma, me iría muriendo poco a poco, agonizando…
Posiblemente sea algo que no entiendas, posiblemente mi existencia te llegue a no importar, no lo sé, ya es algo que ni siquiera a mi me importa, lo que si espero... es que si alguien te roba el corazón, yo no me llegue a enterar jamás… puedes quedarte el mío, de poco me sirve.
Como ya dije una vez “No lo quiero si no es para compartirlo contigo”.
Cuando algo acaba piensas en cómo empezó, siempre eso ha sido así, pero esta vez no, a lo mejor es por la forma en la que acabó, no paro de pensar en eso, en lo que me dijiste aquel siete de noviembre:
-¿Me prometes que nunca dejaras de quererme?
-Te lo prometo.
Y clic, como si con un simple interruptor, dejaras de sentir algo por mí, sea cierto o sea falso, yo también quisiera que fuera tan fácil para mí.
Te esperé todo noviembre, en diciembre no viniste y me tuve que hacer la idea de estar siete meses más sin poder verte, Enero, Febrero, Marzo, Abril, el tiempo pasa y ni rastro, Mayo, Junio, Julio, pasó un año...y te convertiste de nuevo en aquella chica inalcanzable de mis sueños.
Tal vez sea mejor que se quede así, la primera chica de la que me enamoré, un amor imposible…al fin y al cabo algunas cosas son hermosas por que se acaban.
Por eso mismo no te recordaré como la persona que me llevo al borde del suicidio, ni a la desesperación ni la locura, sino como la persona que enamoro hasta límites inimaginables, la persona que me hizo soñar, que con su simple existencia me lo daba todo.
Este texto no es un adiós, porque sé que volveré a verte, lo que suceda a continuación lo desconozco, lo que si se es que se acabó eso de derramar más lágrimas por ti...
O sonrisas...o nada.